Jamás deberías dudar entre el término microbiólogo y el término microviólogo cuando te veas en la necesidad de escribir, dado que solamente nos encontramos con una forma viable de escribir este término de forma correcta, y es: microbiólogo. El término microviólogo sencillamente no corresponde a ninguna palabra que se encuentre en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Igualmente quisiéramos, recomendarte una práctica muy útil para que memorices y recordar de forma definitiva cómo escribir de modo correcto la palabra microbiólogo, y jamás tengas otra vez dudas entre sí esta palabra debe escribirse con ‘b’ o con ‘v’. El truco radica en elaborar una frase sencilla con la palabra microbiólogo, incorporando al final de la misma ‘con b’ o ‘con v’, dependiendo de si la forma correcta de escribir la palabra es con ‘b’ o con la letra ‘v’. De este modo no te olvidarás nunca, puedes estar seguro.
Cuando esta antecede a ’r’ o ‘l’
brezo, abrasar, blandir, tablón, ajoblanco, brócoli.
En el caso en que es antecedida por la ‘m’
ámbar, biombo, cambiado, ambarina.
En aquellas palabras en que tenemos delante los prefijos bi-, bis-, sub-
bidente, bisnieta, subtipo
En aquellos casos en que las palabras empiezan por bur-, bus-
burladas, buscado
En aquellas palabras que acaban con -ble, -bilidad, -bundo, -bunda.
roble, debilidad, vagabunda, gemebundo.
EXCEPCIONES: movilidad, civilidad, que son derivados de móvil y civil
En aquella palabra que comienza por bien- o si comienza con la forma del latín bene-, con la condición de que le confiera un sentido de algo bueno, que implique bondad.
bienvenida, benefactor.
Cuando la palabra es un copretérito de los verbos terminados en -ar. Esta regla también se sigue en aquellas formas verbales de ‘ir’ en este mismo tiempo
jugábamos, íbamos caminaba.
Cuando la palabra es una forma verbal, la cual tiene un infinitivo que acaba en -buir, -bir, -ber.
contribuido, atribuyes, recibió, beber.
EXCEPCIÓN: hervir, servir, vivir, ver, absolver, atrever, prever, volver, mover y sus derivados.En las palabras en que sigue a de ‘b’, ‘d’ y ‘n’.
obvio, convida, animadvertencia.
Si la palabra empieza con eva-, eve-, evi-, evo-.
evección, evitando, evocación, evasor.
EXCEPCIÓN: ébano, ebanista.
Cuando una palabra comienza con di-, le-, sal-, cla-.
levedad, clavó, divinidad, salvia.
EXCEPCIÓN: La palabra ‘dibujar’ y sus derivados.
En aquella palabra que comienza por vice-, villa-, div-
vicerector, villancico, divisor.
EXCEPCIÓN: billar, bíceps, dibujo y sus derivados
Cuando debemos escribir adjetivos finalizados con -avo, -ava, -evo, -eva, -ivo, -iva
nocivo, veinteavo, longeva, decisiva, nuevo, emotivo.
En los casos en que las palabras que terminan en -ave, -eve. Excepto las de origen árabe
conmueve, lave.
Siempre que nos encontramos con una palabra que es una de las formas del pretérito de subjuntivo e indicativo de ‘tener’, ‘andar’ y ‘estar’.
anduvo, estuvo, tuvieran.
Si se trata de todas las formas del presente de indicativo, imperativo y subjuntivo de ‘ir’.
ve, vamos,.
Si precede a ol-,
olvidando empolvar.
La confusión entre la letra ‘b’ y la letra ‘v’ es uno de los equívocos más comunes en español. Por eso muchas personas dudan, y no saben si se debe escribir microbiólogo o si la forma correcta de escribir es microviólogo. Si profundizamos un poquito, podemos encontrarnos con que este tipo de confusiones entre ‘b’ y ‘v’ ya pasaba en el latín vulgar y en las lenguas romances que procedieron de él.